sábado, 13 de febrero de 2010

Entre tus brazos...


Tan sutil y fogosamente como el primer día. Te deslizabas entre mis brazos haciéndome ver las maravillas de la vida. Sentía tus abrazos como fuente de vida. Me dejaba llevar por tus besos, por tus caricias…

Al rozarte mi cuerpo se estremecía. Veía el paraíso, la luz, la alegría. Cada sensación me conmovía. Locura, fuego y viento metido entre mis sábanas, mi vida.

El aire al respirar me parecía, como dulce sabor a fresa, a delicias. La estancia impregnada por tu presencia me llevaba al universo infinito, al tiempo eterno compartido de dos.

Dulce y sereno, tu cuerpo sobre mi cuerpo, como el sol haciéndose invisible del mundo cada noche, entre las sábanas de mi cuarto, el amor entre palmeras de ensueño y arena de playa hacíamos en silencio, donde el mundo es nuestro.

Capaces de parar el tiempo… entre tus brazos…

lunes, 1 de febrero de 2010

¿Envidia?

Admiro a esas personas capaces de soltar al aire su libertad, a aquellos que hacen frente a la mediocridad de las personas enfermas en sentimientos, aquellos que han sido capaces de plantarle cara a un sociedad tribal llena de prejuicios y habladurías...

Quisiera aprender a mirar por mi propia felicidad pero aún no me han enseñado...

Nunca he sentido la necesidad de plantarle cara al mundo hasta que me pregunto ¿Por qué yo no puedo?

Quizá sean detalles secundarios, los cuales envidio, porque aquellos que los tienen siempre son incapaces de valorarlos y los ven como simples gestos cotidianos...

Envidio la valentía de tanta gente que es capaz de volar y dejar en tierra a tantos cuerpos que se pudren del veneno que llevan dentro...

Es injusto que mi camino sea más complicado... pero si yo no soy capaz de afrontarlo cómo pienso ser capaz de volar alto...

Sueño para no perder la esperanza de algún día poder recuperar mis alas y volar, por ahora despierto cada mañana con la sensación de abrir el telón y dar cada día la mejor de mis actuaciones...