martes, 23 de marzo de 2010

Me arrepentiré, Te arrepentirás


Cuando ya no haya primaveras de las que disfrutar,
Cuando no haya un sol al que admirar,
Cuando los pájaros ya no puedan cantar,
Cuando se acabe el mundo entonces querrás volar…

Cuando la mente nos nuble el sentido,
Cuando los recuerdos queden dormidos,
Cuando el cuerpo no podamos levantar,
Entonces, entonces querrás volar…

Te arrepentirás… Me arrepentiré…
De tantos segundos sin poder llegar a ser,
De tantos miedos que no me dejan ver,
De tantas inseguridades que no nos dejan querer,
Cuando sea demasiado tarde entonces me arrepentiré…

Porque cada día sin volar es un día más sin alcanzar la felicidad…
Y aunque lo sé, creo que nada puedo hacer, mis miedos me atormentan y soy tan débil… como el vaho que pasa desapercibido entre la niebla.

viernes, 19 de marzo de 2010

¿Día del Padre?

-¿Qué le vas a regalar?

- Le regalo la oportunidad de reflexionar sobre aquello que no está haciendo bien, aunque quizá por su escasez de sentimientos ni perciba que no lo voy a felicitar. Perdonen mi falta de sensibilidad, pero no entiendo la presencia de este día en nuestro calendario.
El buen padre debe ser elogiado cualquier día del año, no tiene porqué haber un día dedicado a él. En cambio, para aquellos que no disponemos de esa suerte, este día tan sólo nos trae malos recuerdos de lo mucho que nos quiere nuestro padre.

Es duro darse cuenta de esa conclusión, pero los actos hablan por sí solos. No somos más buenos al decir que lo somos, si no que lo somos cuando queremos serlo.

Cuando iba cumplir catorce o quince años mi padre me prometió que me iba a llevar a montar en caballo el día de mi cumpleaños. Cuando llegó el día me dijo que la semana siguiente, a la semana siguiente me dijo que haber si podía la siguiente, y a la siguiente me dijo que quizá el mes siguiente, el mes siguiente ya ni me molesté en pedirlo.
Con mi padre todo se queda en promesas, en un lo haré sin intentarlo, en un te quiero sin demostrarlo.

Lo más triste es que ni siquiera será capaz de pensar en si me acordaré de él. Se pensará que lo habré olvidado, pero yo no soy como él, yo no olvido mis raíces aunque se estén pudriendo en mala tierra.

Solo quería desahogarme, no es que necesite la figura de un padre, es que a veces la echo de menos, pero ya me he acostumbrado.

La Rosa Blanca se la he regalado a mi madre y no porque sea el día de la madre, sino porque ella sí que se la merece cualquier día del año*

domingo, 7 de marzo de 2010

Desenfreno

Noches de locura y ceguera ocasionadas por la incoherencia y la necesidad de querer aprovechar la noche haciéndola eterna. Sustancia incompatible a altas cantidades que hace que pierdas la percepción natural de las cosas que te rodean.

El flujo de sustancia a través de tu cuerpo te lleva a la desorientación de la situación. Y perder a veces ese grado de responsabilidad característico te hace disfrutar como un niño del momento, sin pensar en el qué vendrá después.

Según la reacción que tu cuerpo tenga con respecto a la sustancia al final podemos obtener distintos resultados. A veces una simple noche de juerga y otras dolores de cabeza e insatisfacción.

Disfruté en su momento de ese grado de desenfreno, pero no en el momento en el cuál percibí que quizá por ello la incomodidad se hubiese refugiado en otro cuerpo. Y más cuando era el del invitado…

Quizá porque le doy muchas vueltas a la cosas, o quizá porque me dan aún vueltas las cosas no se muy bien como sentirme, no se muy bien qué pensar…