lunes, 27 de septiembre de 2010

Lo consiguió...

Si lo que quería era despertar miedo,
Si lo que quería era asustarnos sin remedio,
Si lo que quería era terminar con ello… lo consiguió.

Y así fue como nos engañó, como lo que más nos unía quizá se perdió, y más que las palabras, el sentimiento de querer hacer algo tan grande, y juntos hacerlo.

Y creo que aunque el resultado fue el cese temporal, seguramente definitivo, de nuestra historia en recuerdos transmitidos en líneas y versos. Creo que eso sólo fue una consecuencia de un todo, el de no hacernos más fuertes ante el problema llamado sin nombre.

Algunos prefirieron simplemente arrepentirse de toda la magia que durante un año y pocos meses nos unía día a día para ver las nuevas noticias. Otros prefirieron no darle importancia, al fin y al cabo mientras sigamos viviendo los momentos no tenemos por qué contarlos. Y por último supongo que habrá otros como yo, que se quedan vacíos cada vez que veo que llegó el fin de lo que un día fue llamado ilusión.

Y todo por aquél que un día usando el dominio del miedo, nos asustó.
Pero la debilidad la mostramos nosotros, ante un ser que vale tan poco, terminamos con aquello que más nos unió.

Qué fácil fue para él, dejarnos sin alas para poder volar*

viernes, 10 de septiembre de 2010

Café fantasma

Quedaron a las seis de la tarde, en uno de esos días en los que aún el tiempo no se valora pero que poco a poco se va perdiendo. Llegaron los cuatro individuos al café y se sentaron en la esquina más oscura, la más tranquila y la más cómoda. No era la primera vez que aquel café era escenario de confidencias, y supongo que no sería la última.

Dos a dos sumando cuatro, los cafés se repartieron estableciendo lazos, dos capuchinos para un lado, y para el otro ni siquiera lo imagino. Los dos amantes del capuchino querían intimar quizá, o compartir andanzas que quizá los otros dos también hubiesen vivido. Y es que en esto de los sentimientos hay algunos que compartimos miedos, episodios, valores…

Iban a contar su historia para encontrar similitudes con el resto, para darnos cuenta de que no todos somos tan distintos, y de que todos hemos pasado por casi las mismas etapas. Quizá cuando encuentras a alguien que siente como tú, crees tener con él o ellos un lazo especial, ya que une aquello que no todo el mundo ha vivido, aquel otro lado cruel y duro de la vida cuando eres distinto.

Querían compartir con ellos momentos increíbles que habían pasado juntos, los comienzos, la complicación, y las batallas ganadas para encontrar la felicidad. Querían formar las bases de lo que toda una relación necesita, la tan ansiada confianza.

Uno de los individuos del capuchino estornudó y todo se desvaneció de su mente. Tumbado pensaba en lo que pudo ser y que no llego a ser, en ese café fantasma que solo era reflejo de la imaginación.

Tan solo dos días después se hubiera arrepentido de aquel café. Y desde entonces aprendió aquel individuo que antes de contar nada hay que saber a quién lo cuentas, que aunque les uniese el sentimiento, la orientación, no todos nacieron ángeles.

Y es que la magia se pierde si no sabemos mostrarla en su momento, si la mostramos a destiempo*

domingo, 5 de septiembre de 2010

Una temporada más...

Cómo si de una temporada de una serie se tratase, así se pasó mi verano, otro más que añadir a ese cajón de recuerdos vagos, porque con el tiempo pienso en cuál ha sido el mejor verano de mi vida y por ahora me quedo con trocitos de cada uno, aunque el anterior ganó al presente en cuanto a ilusión.

Comenzó este con grandes planes, con muchas ganas de vivir momentos con esas personas que queremos y que nos llenan. Y los vivimos, y como todo lo bueno dura poco así fue. Quizá el tener tantas ilusiones puestas en una cosa hace que te esperes mucho de ella y al final haya cierto grado de desilusión.

Añadiendo misterio e intriga con un personaje desconocido que pretendía enturbiar la vida de los personajes, y terminó consiguiéndolo en cierto modo.

El resto de acontecimientos se vivieron con normalidad, con pequeños intensos momentos que guardar. Quizá en este momento la serie estaría más muerta, menos público, menos audiencia, quizá por ello el señor director llamado destino decidió poner nuevos personajes para animar la trama y continuar el guión.

Entonces se vivieron los últimos capítulos de la temporada, muy intensos todos ellos, conociendo nuevas vidas que pasan desapercibidas hasta el momento oportuno. Vives nuevos instantes, otra vez te recorre lo desconocido por tu cuerpo, sientes nuevas sensaciones.
Es entonces cuando acaba la temporada con nuevas puertas desconocidas, con nuevos caminos por los que poder moverse, con nuevas expectativas, por un lado con lo familiar y lo de siempre, y por otro lado con lo nuevo.

Y nadie sabe lo que nos deparará la próxima temporada que mañana empieza, solo deseo que tenga audiencia y tirón porque traiga cosas buenas a nuestras vidas, nunca malas.

Es hora de empezar a grabar*