miércoles, 28 de enero de 2015

Al apagar la luz...

Se apaga la luz y el mundo queda reducido a esas cuatro paredes donde estamos tu y yo.
La pureza de tu piel desnuda bajo mi cuerpo, el tacto de esos besos que se dejan llevar por el momento. Tu boca, mi cuerpo, ese relámpago de armonía en el silencio. Tus labios rozando mis labios se entrelazan en un te quiero, me entrego a tus manos, a tus ojos y a ti entero. Mis palabras se quedan mudas en mis adentros, solo signos de placer brotan de cada poro que yo tengo. La esencia de la magia que desprenden nuestras almas unidas en un lecho.

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