Si piensas que las cosas no van bien, reflexionemos juntos.
Si piensas que ya todo ha cambiado, que nada volverá a ser
como antes, que algo se ha acabado, apagado, esfumado, agotado, ¡Párate a
pensarlo! No vaya a ser que sin saberlo, te hayas acostumbrando a tanta
felicidad.
Y ahora dime, antes de él, ¿Sabrías decirme quién hacía
estas cosas?
Dime quién te despertaba cada mañana pensando en él y
deseando escribirle, dime quien te distraía del trabajo para sacarte una
sonrisa que no esperabas, dime quien te hacía esperar a una determinada hora
con toda la ilusión de verle aunque solo fuera un minuto, dime quién te ponía
los pelos punta cuando quería, o te hacía llorar de alegría.
Dime…
Dime quién te visitaba a media tarde porque le apetecía
verte, quién te traía alguna cosa para
sorprenderte, dime quién te besaba de repente en el momento más insospechado, dime
quien andando sin saberlo te cogía la mano, dime quién te miraba a los ojos y
te hacía reír de instantáneo.
Dime…
Dime quién te hacía sentir el más guapo del mundo, dime quién te dedicaba canciones en cada
segundo, dime quién te cantaba al oído en cualquier parte, dime quién bailaba
contigo en las noches de desfase. Dime quién te motivaba a cuidarte y te valoraba
al mirarte, dime quién te abrazaba en la cama como si no hubiera mañana, dime
quién te hacía el amor de madrugada y al despertar por la mañana, dime quién te
daba los mejores masajes en la cama, dime quién con su mirada, tu estado
cambiaba.
Recuerda…
Recuerda siempre que no tuviste nada, y que ahora que tienes
todo eso que te hace feliz, debes valorarlo siempre.
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